La felicidad habitada
Marc Chagall - La boda
Escamas de cielo cayeron en mi balcón
tulipanes posados sobre mis manos
dorsales de corredores cubiertos de hojas secas
murmuraron su bendición al pasar el viento.
Y mi nombre se hizo leve como un copo de avena
y se deslizó rumoroso por tu mejilla
acerqué mis labios y sostuve tu alma
y cantaron las ranas y las abejas
“Sed felices, esposos,
hasta que amanezca el día”.
1 Comments:
Hola cariño: ojalá fuera mioooo... No, es de uno de mis pintores mas queridos, Marc Chagall. A veces abro un libro de cuadros suyos, simplemente para que me alegre el día.
El poema sí es mio. He tenido la tremenda osadia de unir su genialidad con mi humilde aportación. Y lo he disfrutado.
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